Quizás sea una de las canteras más "tapadas" de Europa, pero las categorías inferiores de la Juventus de Turín no dejan de producir buenos talentos para la Serie A, y por eso, uno de esos jugadores es el protagonista de esta entrada.
Nunca se podrá saber si fue el motivo de su llegada al primer equipo el descenso administrativo que sufrió la Vechia Signora hace unas temporadas, pero entre salidas y una bajada de la exigencia, el entonces entrenador Didier Deschamps le fue dando minutos a un joven Claudio que actuaba en el mediocentro. Desde los siete años defendía Marchisio los colores bianconeros y así, a los veinte años de edad, debutaba con la Juve.
Al ser un trámite la estancia en la Serie B, la Juve sufre una remodelación deportiva: llega Ranieri y pese a ser recien ascendidos, se exigen resultados positivos inmediatos por lo que se fichan jugadores de un perfil mucho más alto para apuntalar el equipo que contaba con algunas estrellas que se quisieron quedar para ascender al equipo. Con todo esto, con una plantilla con más competencia y jugando un torneo que poco tenía que ver con la Serie B, el club decide ceder a varios jóvenes prometedores entre los que se encontraba Marchisio para garantizarles minutos y rodaje en su progresión. Su destino, el Empoli.
Pese a no poder evitar el descenso de categoría, Marchisio se hace un hueco en el once titular llegando a disputar más de veinte partidos con el equipo de la Toscana, lo que le valió su billete de vuelta para esta temporada a Turín.
Marchisio es un mediocentro muy completo: pelea y lucha para recuperar balones, los distribuye con correción y evitando las complicaciones y tiene la suficiente capacidad física para llegar como segunda línea al ataque, ya sea en movimientos sin balón o con una conducción.
Al igual que todos los jugadores que van a pasar por el blog, tiene un margen de mejora enorme, pero está en un equipo potente, lleno de grandes jugadores de los que puede aprender y tiene la base para que su crecimiento sea más rápido de lo esperado.