Otro nombre para apuntar en nuestra lista de jugadores que la están rompiendo. En esta ocasión seguramente una de las revelaciones del fútbol europeo en esta temporada, el delantero bosnio Edin Dzeko está siendo (junto a Grafite) el jugador más destacado del líder del torneo que está más emocionante este año: la Bundesliga.
Edin comenzó a tener minutos en el Zeljeznicar cuando todavía no había alcanzado la mayoría de edad. Lo más sorprendete (visto a día de hoy, claro está) es que lo hizo desempeñando la función de centrocampista, no muy alejado del área, pero no ejerciendo su actual rol de ariete.
Tras un par de años en el fútbol bosnio en el que firmó unos números discretos en el apartado goleador (tan sólo cinco tantos en cuarenta partidos) fue el Teplice checo el que apostó por su contratación.
En la República Checa su carrera sufrió un punto de inflexión. Fue en su segunda temporada cuando vio como se adelantaba su posición en el campo para jugar de delantero teniendo un resultado espectacular: anotó dieciséis goles convirtiéndose en el máximo goleador de la temporada y captando la atención de Felix Magath, quien apostó por su fichaje ese mismo verano.
Así llegamos a su actual equipo, con el que está jugando su segunda temporada y en la que domina la tabla de goleadores y lucha por la Bota de Oro de esta temporada.
Dzeko es un delantero de envergadura (1,93 metros) por lo que el juego aéreo para él no tiene ningún secreto. Es un referente a la hora de que sus compañeros cuelguen balones laterales o a balón parado. Pero no penséis que el fútbol de Dzeko se limita sólo al remate, ya que a lo largo del partido deja muestras de su buena visión, dibujando inteligentes desmarques donde da muestras de su velocidad y su facilidad para armar el disparo con rapidez.
Si a todo esto le añadimos el olfato, el seguir siempre la jugada para aparecer cazando un rechace y anotar un gol, podemos entender como este año está consiguiendo tantos goles.